lunes, 10 de mayo de 2010
NACER DE NUEVO..
Leemos en Yojanán/Jn.3:1-8
«1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nakdimón [Nicodemo], un dirigente de los yahuditas. 2 Este vino a Yahoshúa de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que has venido de Elohim como maestro; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, a menos que Elohim esté con él”. 3 Yahoshúa le respondió: “En verdad, en verdad te digo que a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de YHWH”. 4 Nakdimón le preguntó: “¿Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?” 5 Yahoshúa respondió: “En verdad, en verdad te digo que a menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Elohim. 6 Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: “Les es necesario nacer de nuevo”. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del espíritu”.» VIN
Este pasaje del Mashíaj (o Mesías en español) tiene una enseñanza por demás profunda, que no siempre todos la pueden captar debido a las pobres enseñanzas de muchos dirigentes…
Muy pocos dudan cuando se les explica con ese pasaje que es necesario nacer de nuevo, es decir, renovarse como persona en la fe en el Mashíaj. Pero: ¿realmente captan la profundidad del llamamiento?
Para ver el Reino de YHWH es necesario nacer de nuevo, dice el Mashíaj. Vean que no dice nacer de nuevo luego que le tiren a uno un poco de agua en la cabeza después del parto… Nacer de nuevo tiene una connotación de renovación de una vida transitada en el pasado con sus errores. Y luego aclara de qué manera: «a menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Elohim.» Muchos recordarán que un requisito para certificar el compromiso del nacimiento de una nueva persona es el agua, con la conocida inmersión o teviláh (“bautismo” según el griego). El Mashíaj mismo cumplió con tal requisito con Yojanán/Juan, el inmersor en el río Yardén/Jordán, así como todos los judíos ya hacían teviláh, y no es una novedad del cristianismo.
Según la Toráh, el agua es uno de los elementos de purificación, y los baños rituales en mikvéh, recipientes con agua natural, se utilizaban para tal fin y no sólo una vez, sino incontables veces. Dice la Toráh en Nros.31:21-24
« 21 Elazar el sacerdote les dijo a las tropas que habían tomado parte en la pelea: “Esta es la ley ritual que YHWH le ha ordenado a Mosheh: 22 Oro, plata, cobre, hierro, estaño y plomo –23 todo artículo que resiste el fuego– estos los pasarán por fuego y serán puros, salvo que deban limpiarse con agua de purificación; y todo lo que no resista el fuego lo pasarán por agua. 24 En el día séptimo ustedes lavarán sus ropas y quedarán puros, y después de eso podrán entrar en el campamento”.» VIN
Pero no sólo se refiere a objetos materiales y vestimentas. El agua también se utilizaba para purificación del cuerpo, como en los momentos previos a los servicios de adoración frente al altar como lo hicieron Moshe, Aharon y los sacerdotes. Y también como podemos ver en la historia de Naamán cuando cura su lepra purificándose en el río Yardén, en 2Reyes 5:9-16
«9 Así que Naamán llegó con sus caballos y su carro, y se detuvo ante la puerta de la casa de Elishá (Eliseo). 10 Elishá le envió un mensajero que le dijo: “Vé, lávate siete veces en el Yardén (Jordán), y tu carne se te restaurará, y quedarás limpio”. 11 Pero Naamán se enfureció y se fue diciendo: “Miren, yo pensaba que seguramente él saldría, que puesto de pie invocaría por nombre a YHWH su Elohim, y que moviendo su mano sobre el lugar, sanaría la parte afectada. 12 ¿No son los ríos de Daméseq, el Abaná y el Parpar, mejores que todas las aguas de Yisrael? ¿No podría yo lavarme en ellos y quedar limpio?” Y dando la vuelta, se fue enojado. 13 Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron: “Padre mío, si el profeta te hubiera mandado algo difícil, ¿no lo habrías hecho? Con mayor razón si él te dice: “Lávate y quedarás limpio”. 14 Así que él bajó y se sumergió siete veces en el Yardén, como había indicado el hombre de ha'Elohim: y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio. 15 Luego volvió donde el hombre de ha'Elohim, con toda su comitiva, llegó y se detuvo ante él, y dijo: “¡Mira, yo reconozco que no hay Elohim en toda la tierra, sino en Yisrael! Así que ahora acepta, por favor, un obsequio de parte de tu siervo”. 16 Pero [Elishá] dijo: “¡Por vida de YHWH, a quien sirvo, que no aceptaré nada!” [Naamán] le insistió para que lo aceptara, pero él rehusó”.» VIN
Sería ingenuo pensar que Naamán debía sumergirse en el Yarden por tener propiedades más curativas que otro río, allí lo importante del pasaje que enseña es que debía obedecer a Elishá [Eliseo] y sobre todo confiar en que sería limpiado o purificado. Y eso se debe tener muy en cuenta a la hora de hacer la teviláh o inmersión, la confianza y la fe. Cuando Shimón o Kefá/Pedro les hablaba a los israelitas en Shavuot (pentecostes), luego de recibir el Rúaj HaQódesh o Espíritu de Santidad de YHWH, les decía en Hch.2:37-39
«37 Cuando oyeron esto se les afligió el corazón y le preguntaron a Shimón y a los otros Enviados: “Varones hermanos, ¿qué tenemos que hacer?” 38 Entonces Shimón les dijo: “Arrepiéntanse y sumérjase cada uno de ustedes en el nombre de Yahoshúa el Mashíaj, para que se les perdonen sus pecados, y recibirán el don del espíritu de santidad. 39 Pues para ustedes es la promesa y para sus hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos llame YHWH nuestro Elohim”.» VIN
Con ese pasaje se deja en claro también que el famoso versículo trinitario de Mat.28:19 fue manipulado y/o agregado, donde dice que se bautice en el nombre del Padre, del Hijo y del Esp.Sto., y es mentira decir que se estaba abreviando las personas.
Por otra parte, hay una profecía sobre la tevilah que purifica la persona y la renueva. Y ésta tiene que ver con el tema que vimos en el estudio anterior sobre el Pueblo de Yisrael restaurado, y la vemos en Yejezqel/Ez.36:19-28
« 19 Los dispersé por las naciones, y fueron esparcidos por los países. Los juzgué conforme a sus conductas y a sus obras. 20 Pero cuando llegaron a las naciones a donde fueron, profanaron mi santo nombre cuando se decía de ellos: ‘¡Estos son el pueblo de YHWH, pero de la tierra de él han salido!’ 21 He tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Yisrael en las naciones adonde fueron. 22 Por tanto, dile a la Casa de Yisrael que así ha dicho Adonay YHWH: “No lo hago por ustedes, oh Casa de Yisrael, sino por causa de mi santo nombre, al cual han profanado en las naciones adonde han llegado. 23 Yo mostraré la santidad de mi gran nombre que fue profanado en las naciones, en medio de las cuales ustedes lo profanaron. Y sabrán las naciones que yo soy YHWH, cuando muestre mi santidad en ustedes a la vista de ellos’, dice Adonay YHWH. 24 Yo, pues, los tomaré de las naciones y los reuniré de todos los países, y los traeré a su propia tierra. 25 Entonces esparciré sobre ustedes agua pura, y serán purificados de todas sus impurezas. Los purificaré de todos sus ídolos. 26 Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Quitaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. 27 Pondré mi espíritu dentro de ustedes y haré que anden según mis leyes, que guarden mis decretos y que los pongan en práctica. 28 Y habitarán en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Elohim.» VIN
Se puede ver en esta importantísima profecía muchos temas, uno de los cuales es la importancia del uso de Nombre sagrado y honrarlo entre las naciones. Y sobre todo el tema de la restauración o rescate del Pueblo dispersado de Yisrael, como lo dice también en Devarim/Deut.4:27-31.
« 27 YHWH los dispersará entre los pueblos y sólo un escaso número de ustedes quedará entre las naciones a las que los llevará YHWH. 28 Allí servirán a deidades hechas por el hombre, de madera y de piedra, que no pueden ver, ni oír, ni comer, ni oler. 29 Pero si buscan allí a YHWH su Elohim, lo hallarán, si lo buscan con todo su corazón y con todo su ser, 30 cuando estés en angustia por haberte sucedido todas estas cosas y, al final, te vuelvas a YHWH tu Elohim y lo obedezcas. 31 Porque YHWH tu Elohim es un Elohim compasivo: él no te fallará ni te dejará perecer; no olvidará la Alianza que hizo bajo juramento con tus padres.» VIN
En la profecía anterior de Yejezqel dice YHWH que: «Yo, pues, los tomaré de las naciones y los reuniré de todos los países, y los traeré a su propia tierra.» ¿A quién tomará el Altísimo entre las naciones para traerlos a su propia tierra, esta es, la prometida? No a otro que no sea el Pueblo de Yisrael, o el pueblo descendiente de Yaaqov, de Yitsjaq y de Avraham. Así se producirá la restauración del Pueblo escogido, o “remanente” compuesto por judíos y gentiles restaurados entre las naciones, como dice en Zekharyah/Zac.8:11-13
«11 Pero ahora no trataré como antes al remanente de este pueblo –declara YHWH de los Ejércitos– 12 pero lo que siembre prosperará: La vid rendirá su fruto, la tierra dará su producto, y los cielos proveerán su humedad. Le otorgaré todas estas cosas al remanente de este pueblo. 13 Y así como ustedes fueron una maldición entre las naciones, oh Casa de Yahudah y Casa de Yisrael, así, cuando yo los vindique, vendrán a ser una bendición. ¡No teman; tengan valor!» VIN
Según esta profecía, sería una ignoracia total pensar y enseñar que el pueblo judío fue una maldición y luego el pueblo cristiano una bendición, transformándose en el remanente. Eso es enseñar una mentira absoluta.
También en otro lugar habla sobre el remanente y sobre la dificultad que tiene que atravesar para ser pueblo escogido o restaurado, y no como enseñan algunos que con gran facilidad uno se hace hijo de Elohim, como lo dice en Zekharyah/Zac.8:6-9
« 6 Así dijo YHWH de los Ejércitos: Aunque esto le parecerá imposible al remanente de este pueblo en esos días, ¿será también imposible para mí? –dice YHWH de los Ejércitos. 7 Así dijo YHWH de los Ejércitos: Yo rescataré a mi pueblo de los países del occidente, 8 y los traeré aquí para que habiten en Yerushalem. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Elohim –en verdad y sinceridad.» VIN
Esto tiene netamente que ver con lo que dijo el Mashíaj en Mat.7:13-14: «13 “Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. 14 Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan.» VIN
Alguno se preguntará, ¿qué tiene que ver el pueblo escogido con la teviláh o inmersión? Pues mucho, porque así continúa en la profecía de Yejezqel/Ez.« 25 Entonces esparciré sobre ustedes agua pura, y serán purificados de todas sus impurezas. Los purificaré de todos sus ídolos.». Allí ven la importancia de la inmersión en agua natural para purificación. Pero no obstante, esa inmersión es un compromiso, una entrega, o una confirmación de la decisión tomada frente al Padre Eterno YHWH. Porque no siempre con la tevilah empieza la vida nueva, como creen muchas personas. La tevilah purifica, confirma, certifica, compromete el nuevo camino en la vida con el fin de formar parte del pueblo de Yisrael y de amar los mandamientos de YHWH y del Mashíaj, y debe ser un pacto de plena conciencia con el Todoperoso. Vean también que dice “los purificaré de todos sus ídolos”, para tenerlo muy en cuenta a la hora de adorar imágenes y todo eso. Pero hay otra clase de ídolos, los cuales pueden ser personas, hasta incluso maestros de la Toráh. Cualquier cosa del mundo que se ponga por encima o a la altura del Padre Eterno, y de sus mandamientos es idolatría.
Y para completar el tema de la purificación por el agua y el nacer de nuevo, recuerden las palabras de Nicodemo: «¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?”», y el Mashíaj le explica que es un nacimiento nuevo en espíritu y no en la carne. Pero la teviláh guarda una relación de semejanza simbólica con el nacimiento en la carne, porque sabido es que antes de nacer estamos sumergidos en líquido aunque no sea agua, y cuando emergemos desde el agua en la tevilah, se puede entender como un nuevo nacimiento viniendo al mundo como una persona renovada. Es como empezar de cero y entregar nuestra vida al Padre Eterno por medio de su Hijo, dispuestos a aprender su palabra verdadera con el discernimiento de su Rúaj, aunque ese hecho haya ocurrido antes de la tevilah.
Luego, en el primer texto citado, menciona el Mashíaj que se debe nacer del espíritu. Pero antes se debe recordar las palabra de Yojanán en su 1ra.carta 5:5-8
« 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Yahoshúa es el Hijo de Elohim? 6 Este es Yahoshúa el Mashíaj, el que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el espíritu (Rúaj HaQódesh) es el que da testimonio, porque el espíritu (Rúaj) es la verdad (Emet). 7 Porque tres son los que dan testimonio: 8 el espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan en uno.» VIN
Allí no dice nada sobre la trinidad ni mucho menos. Lo que dice allí es que el Mashíaj vino del agua, con la inmersión de Yojanán; por la sangre, como el otro elemento purificador, por medio de su sacrificio hasta la muerte como cordero sin mancha, es decir, sin pecado; y por intermedio de la Rúaj HaQódesh (El Espíritu de YHWH) como la palabra de Verdad que estaba en el Mashíaj para declarar las buenas noticias. Y los tres son testimonio de la nueva persona que debe nacer en nosotros, ya sea por inmersión/tevilah como compromiso firme de purificación y certificación de una nueva vida; por la fe en Yahoshúa el Mashíaj, el cual con su sangre nos redime y nos salva; y por la guía de la Rúaj HaQódesh de YHWH, que nos provee sabiduría y discernimiento para no caer en engaños de las personas, y nos da poder para cumplir los mandamientos.
Ahora vean la gran importancia que tiene nacer del espíritu. El Mashíaj hace una interesante analogía con el viento, significado que comparte la palabra hebrea rúaj con el del espíritu. Dice: «El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del espíritu.». El sonido del viento representa la palabra inspirada por la nueva rúaj o espíritu que recibimos al nacer de nuevo. Es la palabra que aprendemos de YHWH a través de las Escrituras y las comprendemos con la Verdad, es decir, con el verdadero Mashíaj, aunque mucho antes hayamos tenido muchos conocimientos religiosos de cualquier índole.
Como dice la profecía de Yejezqel: «Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Quitaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Pondré mi espíritu dentro de ustedes y haré que anden según mis leyes, que guarden mis decretos y que los pongan en práctica.».
¿Qué significa esto? El espíritu nuevo es el nuevo sonido manifestados en nuevas palabras y hechos, ese sonido que muchísima gente no sabe de dónde es y les cuesta comprender, porque no coincide con las enseñanzas de la mayoría, y por eso se suele acusar de sectarios a los que tratan de restaurar la fe primitiva de los primeros hnos. seguidores del Mashíaj, como a ellos mismo los llamaron secta. A eso se refiere el no saber de donde viene ni a donde va. Y el sonido que se oye es el de las palabra de Toráh y los Profetas, limpias de cambios y certificadas por el Mashíaj. Lo dice el Eterno en Yejezqel, que habrá un nuevo espíritu para andar según la leyes y mandamientos de YHWH, y por tenerlos dentro de un corazón de carne y no de piedra, será posible ponerlos en práctica. Es obvio que tenemos corazón de carne, pero por eso no se debe entender todas las Escrituras literalmente, y menos en las profecías. Corazón de carne simboliza el nuevo corazón donde se alojarán los mandamientos de Toráh para ponerlos en prácticas según la enseñanza del Mashíaj de amar a YHWH por sobre todas las cosas, como reza el Shemá, y al prójimo, según la plena fe en él.
Tengan en cuenta también otra frase importante. Dice Yojanán en su 1ra. Carta, como leimos antes: «¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Yahoshúa es el Hijo de Elohim?» Entonces, ¿qué significa vencer al mundo? Todos leen esas palabra que también dijo el Mashíaj, pero no todos la pueden comprender en su plenitud, porque lo que les falta es nacer verdaderamente de nuevo.
El Mashíaj dijo en Yojanan/Juan 13:25 «25 El que ama su vida, la pierde; pero el que menosprecia su vida en este mundo, la conserva para vida eterna.» Allí tienen otro llamado a nacer de nuevo. ¿quién puede decir con toda soltura que menosprecia la vida en este mundo? Y cuidado, porque menospreciar la vida en este mundo no significa aislarse del mundo en algún lugar sin tener contacto con la gente o lo menos posible. De ninguna manera. Menospreciar este mundo es realmente vivir en el espíritu después de haber nacido de nuevo, y no en la “carne” o la antigua vida, como dice Shaúl/Pablo en Gal.5:16-25:
«16 Por eso digo: Anden en el espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne. 17 Porque la carne desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. 18 Pero si se dejan guiar por el espíritu, no están bajo [la condena de] la ley. 19 Ahora bien, las obras de la carne son videntes.
Estas son: fornicación, impureza, desenfreno, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, con tiendas, disensiones, partidismos, 21 envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Elohim. 22 Pero el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley, 24 porque los que son del Mashíaj Yahoshúa han ejecutado en el madero la carne con sus pasiones y deseos. 25 Ahora que vivimos en el espíritu, andemos en el espíritu.» VIN
Vale muy bien la aclaración del hno. Yosef Alvarez en su versión al poner que cuando nos guiamos por el espíritu, ya no estamos bajo la condenación de Toráh, y no como algunos enseñan solo bajo Toráh o Ley, como si estuviéramos libres de cumplir o no los mandamientos de la misma. Vean que cuando Shaúl enumera obras de la carne, son actos que son comunes de practicar si uno no vive en el espíritu. Algunos le dan más importancia a la vida terrenal, es decir: del mundo, más que a la veneración de YHWH, y ponen su ego primero, sus intenciones y planes por sobre todas las cosas. No hay allí verdadero amor hacia Elohim YHWH, sino una fe fingida, basada en un cuento de hadas, y en un autoconvencimiento psicológico de cómo enfrentar la vida.
Al final de las palabra de Shaúl dice: « porque los que son del Mashíaj Yahoshúa han ejecutado en el madero la carne con sus pasiones y deseos.» Esto quiere decir perder la vida, si alguien la ama. Esto quiere decir claramente morir con el Mashíaj en el madero. De esa manera morimos a nuestra vida pasada. Y por eso nacemos de nuevo cuando por medio del agua y la fe en el Mashíaj, cancelamos nuestro pasado y matamos nuestro “yo” que manejaba nuestra vida lejos del Padre Eterno. Shaúl lo detalla en Ef.2:5-9
«1 En cuanto a ustedes, estaban muertos en sus delitos y pecados, 2 en los cuales anduvieron en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia. 3 En otro tiempo todos nosotros vivíamos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás. 4 Pero Elohim, que es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con el Mashíaj. ¡Por un favor están ustedes salvos! 6 Y juntamente con el Mashíaj Yahoshúa, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales, 7 para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia, por su bondad hacia nosotros en el Mashíaj Yahoshúa.» VIN
Pero resucitar o volver a vivir gracias al Mashíaj, requiere de una certificación, y no sólo de palabras. Requiere poner en práctica los mandamientos de Toráh que corroboran las enseñanzas del Mashíaj, porque practicar los mandamientos de Toráh es, como dice Shaúl, tener el fruto del espíritu, a saber, amor, gozo, Shalom, paciencia, benignidad, bondad, etc…
Pero no de una manera simplista y teórica. Shimón Kefa/Pedro lo detalla muy bien en su 2da.carta 1:5-9
«5 Por esta misma razón, pongan todo empeño en añadir a su fe, virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia; a la perseverancia, devoción; 7 a la devoción, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque cuando estas cosas están en ustedes y abundan, no los dejarán estar ociosos ni estériles en el conocimiento de nuestro Maestro Yahoshúa el Mashíaj. 9 Pues el que no tiene estas cosas es ciego y tiene la vista corta, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.» VIN
Y vencer al mundo, como decía Yojanan en su carta, es no vivir según el mundo y toda su manipulación social. Vivir según el mundo es vivir aún en la carne, o mejor dicho, sin mantener la vida en el espíritu. Es facil decir que tenemos al Espíritu Santo en nuestra vida y que amamos a YHWH. Pero si continuamos inmersos en las costumbres mundanas y no respetamos los mandamientos de YHWH, y no lo honramos venerándolo y glorificando a su Hijo siguiendo sus enseñanzas e imitando sus actos, entonces continuamos sin renacer.
Yojanán es claro en su 1ra.carta 2:15-17
«15 No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; 16 porque todo lo que hay en el mundo –los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la arrogancia de la vida– no proviene del Padre sino del mundo. 17 Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Elohim permanece para siempre.» VIN
Está claro ¿no? El que hace la voluntad de Elohim permanece para siempre, y no la voluntad propia según la vida del mundo. Y relacionado esto, tienen gran importancia las palabras del Mashíaj en Mat.10:38-39
«38 El que no toma su madero y sigue en pos de mí no es digno de mí. 39 El que halla su vida la perderá, y el que pierde su vida por mi causa la hallará.»
Entonces, ¿qué significa nacer de nuevo?
Por un lado significa un “morir”, morir a la vida pasada en donde nuestros propios planes y deseos se imponían según nuestros gustos. Pero es un morir con un gran compromiso de aceptar al Mashíaj en nuestros corazones, y a la vez buscar vivir en base a los mandamientos de YHWH para demostrarle un amor distinguido al Padre Eterno Porque el Mashíaj y sus discípulos enseñaron a cumplir Toráh.
Este hecho significará pasar por el agua para la purificación de nuestra alma y para certificación del compromiso adoptado. Ya la sangre del Cordero que fue inmolado en la persona de Yahoshúa nos redime de la vida pasada.
Ahora emergemos desde la muerte hacia la vida eterna, aún si debemos morir en la carne. Porque nuestra esperanza no está puesta en la vida de este mundo, y la muerte ya no tendrá más poder sobre nosotros si perseveramos en el Camino de YHWH.
Y si perseveramos, y nos mantenemos firmes, la Rúaj de YHWH (o Espíritu de santidad) nos protegerá de cualquier ataque del maligno, porque el amor proveniente de lo Alto estará en nosotros, de manera que la Toráh estará en nuestra mente y será la guía ante las confusiones de los demás. Per vale hacer una gran aclaración con respecto a la protección del Altísimo. Cuando la Rúaj de YHWH nos guía y nos protege, no significa que nunca nos pasará nada malo. Esa es una idea engañosa que enseña mucha gente, la cual termina muy desilusionada cuando sufre hechos negativos en la vida. No se trata de ser inmune de recibir los problemas del mundo, sino de tener la gran fuerza para sobrellevarlos. Pero hay que tener cuidado con otro detalle también: la persona que nace de nuevo, y vive en el espíritu, podrá gozar de la fuerza de lo Alto gracias a la permanente oración, porque cuando oramos somos verdaderas personas espirituales comunicadas con nuesto Padre Eterno. Y así recibimos la fuerza para enfrentar cualquier mal y salir victoriosos en las batallas. Pero, cuando seamos derrotados en alguna, tendremos la fuerza para levantarnos y continuar luchando.
Debemos prepararnos hermanos. En la vida nueva no hay magia. Somos bendecidos por la sangre derramada del Mashíaj, pero una vez que nacemos de nuevo debemos mantenernos como nueva persona. Hay un gran peligro de caer del estado de bondad inmerecida que recibimos de nuestro Padre celestial. Recuerden la parábola del sembrador. Sepan que cada uno debe disponer del suelo en donde caerá la semilla. Cuando nacemos de nuevo, estamos potencialmente ante la tierra buena, la que debe llevar frutos luego de recibir el mensaje de la Verdad. No es cierto afirmar que quien nace de nuevo ya es tierra buena y tendrá éxito. La tierra depende de la disposición de la vida de cada uno, según lo que haya en su corazón en relación a la vida con los demás atendiendo la Palabra de nuestro Padre YHWH. Cuando nacemos de nuevo recibimos una tierra en lugar de una que antes no servía, pero depende de nuestra voluntad mantenerla así y trabajarla. Recuerden un ejemplo de tierra sin fruto de la parábola en Mat.13:22.
«22 Y el que se sembró en espinos, éste es el que oye el mensaje, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan el mensaje, y queda sin fruto.» VIN
No dice que una persona que nace de nuevo puede llegar a ser un suelo lleno de espinos sin posibilidad de escapar a ese destino. Eso no es enseñanza verdadera. Cuando dice Yahoshúa: « Y el que se sembró en espinos..», se refiere a luego de nacer de nuevo y su disposición según su voluntad con libre albredrío. Es decir, uno elige en qué suelo recibir la palabra de acuerdo a su elección de una nueva vida y de mantenerla para dar buenos frutos.
Vean que allí en la parábola que nombra cosas que pueden hacer a una persona tropezar luego de haber nacido de nuevo. Y ello es totalmente posible, así como lo explica muy bien Kefá en 2Kefa 2:20-21
«20 Porque si los que se han escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Maestro y Salvador Yahoshúa el Mashíaj se enredan de nuevo en ellas y quedan vencidos, el último estado les viene a ser peor que el primero. 21 Pues mejor les habría sido no haber conocido el camino de justicia, que después de conocerlo, volverse atrás del santo mandamiento que se les dio.» VIN
Así que está claro que el que nace de nuevo, debe mantenerse como una nueva persona. Shaúl lo aclara mucho en la carta a los Romanos cuando habla relacionado a nacer de nuevo o sumergernos en la muerte del Mashíaj. Dice en Rom.6:3-7
«3 ¿Ignoran ustedes que todos los que nos sumergimos en el Mashíaj Yahoshúa nos sumergimos en su muerte? 4 Pues, por la inmersión quedamos sepultados con él en la muerte, para que así como al Mashíaj lo resucitó de entre los muertos el poder del Padre, así también nosotros iniciemos una vida nueva. 5 Porque así como hemos venido a estar unidos con él por esa representación de su muerte, también lo estaremos por la representación de su resurrección. 6 Y sabemos que nuestro viejo hombre quedó ejecutado en el madero con él, para que se destruya el cuerpo pecador, para que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que muere se libera [del poder] del pecado.»
Explica Shaúl que al sumergernos en la muerte del Mashíaj morimos a nuestra anterior vida en la que eramos esclavos del pecado, para luego renacer a una nueva vida en el espíritu. Pero luego de hacer eso, debemos comprobar con nuestros actos ese gran paso de muerte a vida. Por eso sigue aclarando Shaúl en Rom.6:12-
«12 Así que no reine el pecado en su cuerpo mortal, de modo que obedezcan a sus malos deseos. 13 Ni tampoco ofrezcan sus miembros al pecado, como instrumentos de injusticia; sino ofrézcanse ustedes mismos a Elohim como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Elohim como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues ya no están bajo [la condena de] la ley, sino bajo [la protección de] la gracia. 15 Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo [la condena de] la ley, sino bajo [la protección de] la gracia? ¡De ninguna manera! 16 Ustedes bien saben que cuando se ofrecen a alguien para obedecerle como esclavos, son esclavos del que obedecen; ya sea del pecado para muerte o de la obediencia para justicia. 17 Pero gracias a Elohim porque, aunque ustedes eran esclavos del pecado, han venido a obedecer de corazón a aquella forma de enseñanza a la cual se han dedicado; 18 y una vez libertados del pecado, se han hecho servidores de la justicia.»
Vean que dice que debemos ofrecernos como instrumentos de justicia, porque de esa manera seremos tierra fértil para dar buenos frutos. Y el hecho de no estar bajo la condena de la Ley, no significa que somos libres de violarla. Lo aclara el apóstol mismo. Debemos dejar de ser esclavos del pecado, y eso significa dejar de violar la Toráh y sus mandamientos, con la fe sí, pero demostrándolo. Por eso Shaúl dice que debemos obedecer para justicia, obedeciendo de corazón como lo declara la profecía mencionada antes en Yejezqel/Ez.36:26-28, en donde tendremos un nuevo corazón en cual la Rúaj de YHWH more para que logremos andar según sus mandamientos y ponerlos en práctica.
Entonces sí podremos decir con plena alegría, y alabando al Todopoderoso, que somos una nueva criatura dispuesta a glorificar a YHWH y a su Hijo, transmitiendo la Luz que vivirá en nuestro corazón, y ayudando a los demás hnos. a transitar el mismo Camino, la misma Verdad, para obtener la misma Vida, de acuerdo a la promesa de YHWH por medio de Yahoshúa el Mashíaj.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario