viernes, 28 de mayo de 2010
SOBRE LA AFLICCION Y EL SER FIEL A YAHWEH
Leeremos y comentaremos partes del gran libro de Iyov/Job, un hombre justo que tuvo que sufrir una durísima prueba de fe en el Todopoderoso por incitación del satán, o adversario u oponente, o tentador o acosador.
Cap.1 de la TKIM de Diego Ascunce
1 Había un hombre en la tierra de Utz cuyo nombre era Iyov [odiado]. Este hombre era veraz, sin culpa y era recto y piadoso; él temía a Elohim y evitaba el mal.
2 Siete hijos y tres hijas le fueron nacidos a él.
3 El poseía 7,000 ove jas, 3,000 camellos, 300 pares de bueyes y 500 asnas, como también gran número de sirvientes; así que él era el hombre más rico en el este.
4 Era la costumbre de sus hijos dar banquetes, cada uno en su día fijado en su propia casa; y ellos invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos.
5 Después de un ciclo de banquetes, Iyov los mandaba a llamar para que vinieran y los hacía kadosh[es decir: santificaba, del hebreo vayqadeshém]; luego él se levantaba temprano en la mañana y ofrecía ofrendas quemadas por cada uno de ellos, porque Iyov decía: "Mis hijos pueden haber pecado y blasfemado a Elohim en sus pensamientos." Esto es lo que Iyov hacía todas las veces.
Aquí leemos una de las notas de Ascunce que nos ayuda a comprender histórica y culturalemente el texto.
“Job vivió durante los días de los patriarcas (Avraham, Yitzjak, Ya'akov) antes de que YAHWEH diera Su Toráh o designara a los kohanim[sacertdotes] como líderes religiosos. Durante los días de Job, el padre de familia era el kohen[sacerdote]. Debido a que no había kohanim que lo instruyeran en la Toráh de YAHWEH, Job actuaba como el kohen y ofrecía sacrificios a Elohim para pedir perdón por los pecados que él y su familia habían cometido. Esto significa que Job no se consideraba a sí mismo como alguien que no pecaba. Job hacía esto por convicción y por amor a YAHWEH y no sólo porque era su obligación como cabeza del hogar.”
Continúa el texto:
6 Sucedió un día que los hijos de Elohim vinieron a servir a YAHWEH, y entre ellos vino el adversario [Heb.: ha satán y significa adversario, opositor, oponente].
7 YAHWEH preguntó al adversario: "¿De dónde vienes?" El adversario respondió a YAHWEH: "De recorrer la tierra, errando aquí y allá."
8 YAHWEH le preguntó al adversario: "¿Viste a mi siervo Iyov, que no hay nadie como él en la tierra, un hombre veraz, sin culpa y recto y piadoso que teme a Elohim y evita el mal?"
9 El adversario respondió a YAHWEH: "¿Es por nada que Iyov teme a Elohim?
10 Tú has puesto un vallado protector alrededor de él, su casa y todo lo que él posee. Tú has prosperado su trabajo, y su ganado está esparcido por toda la tierra.
11 Pero si Tú extiendes tu mano y tocas cualquier cosa que tiene, ¡sin duda él te maldecirá delante de tu rostro!
12 YAHWEH dijo al adversario: "¡Mira! Todo lo que él tiene está en tus manos, excepto que tú no pondrás un dedo sobre esta persona." Entonces el adversario salió de la presencia de YAHWEH.
13 Un día cuando los hijos de Iyov estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor de ellos,
14 un mensajero vino a él, y dijo: "Los bueyes estaban arando con los asnos paciendo cerca de ellos,
15 cuando una banda de asaltantes de Sheva[Sabitas o Sabeos] vino y se los llevaron; ellos también mataron a los sirvientes por la espada, y yo soy el único que escapó para decírtelo."
16 Mientras él todavía estaba hablando, vino otro y dijo: "Fuego de Elohim cayó del cielo y quemó las ovejas y los sirvientes; los destruyó completamente, y yo soy el único que escapó para decírtelo."
17 Mientras él todavía estaba hablando, vino otro y dijo: "Los Kasdim [kasditas o Caldeos], tres bandas de ellos, cayeron sobre los camellos y se los llevaron; ellos también pasaron a los sirvientes por la espada, y yo soy el único que escapó para decírtelo."
18 Mientras él todavía estaba hablando, vino otro y dijo: "Tus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor de ellos,
19 de repente un viento fuerte sopló desde el desierto. Golpeó las cuatro esquinas de la casa, así que cayó sobre los jóvenes; ellos están muertos, y yo soy el único que escapó para decírtelo."
20 Iyov se levantó, rasgó sus vestiduras, rapó su cabeza, cayó en tierra y adoró;
21 él dijo: "Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo regresaré allá. YAHWEH dio; YAHWEH quitó; bendito sea El Nombre de YAHWEH.”
22 En todo esto Iyov no cometió un pecado ni puso la culpa sobre Elohim.
Impresionante imagen de un hombre justo que recibió toda esas pruebas en su fe plena con tantas cosas perdidas, especialmente seres queridos, y aún así mantuvo su portura firme de seguir honrando a YaHWéH y no maldecir ni blafesmar, sino todo lo contrario, aceptó todo con valentía y finalmente bendijo el Nombre del Eterno. ¿Qué difícil sería estar en su lugar no? Quizás de palabra casi todos lo podamos decir, pero en hechos, de verdad es muy dificil si hablamos honestamente. Vale aclarar que "fuego de Elohim" es una figura poética o metafórica que es muy probable que se refiera a un gran rayo que matara a animales y personas. En cuanto al "viento fuerte que sopló del desierto", también se puede referir a un tornado al destruir la casa de los hijos de Iyov. En estas teoría coinciden muchos hnos.
Pero sigamos leyendo porque lo peor aún no le pasó al pobre Iyov.
Cap.2
1 Otro día llegó cuando los hijos de Elohim vinieron a servir a YAHWEH, y entre ellos vino el adversario para servir a YAHWEH.
2 YAHWEH le preguntó al adversario: "¿De dónde vienes?" El adversario respondió a YAHWEH: "De errar por la tierra de aquí para allá."
3 YAHWEH le preguntó al adversario: "¿Viste a mi siervo Iyov, que no hay nadie como él en la tierra, un hombre veraz, sin culpa y recto piadoso quien teme a Elohim y evita el mal, y que aún mantiene su integridad, aun a pesar de que tú me provocaste contra él para destruirlo por ninguna razón?"
4 El adversario respondió a YAHWEH "¡Piel por piel! Una persona dará todo lo que tiene para salvar su vida.
5 Pero si extiendes tu mano para tocar su carne y hueso, ¡sin duda él te maldecirá a tu rostro!"
6 YAHWEH respondió al adversario: "¡Mira! El está en tus manos, excepto que guardarás su vida."
7 Entonces el adversario salió de la presencia de YAHWEH y golpeó a Iyov con terribles llagas infectadas desde la planta de sus pies hasta la coronilla de su cabeza.
8 El cogió un pedazo de una vasija rota para rascarse y se sentó sobre una pila de cenizas.
9 Su esposa le preguntó: "¿Por qué aún mantienes tu integridad? ¡Maldice a Elohim, y muere!"
10 Pero él respondió: "¡Estás hablando como una mujer necia! ¿Recibiremos el bien de la mano de Elohim pero rechazaremos el mal?" En todo esto Iyov no dijo una palabra pecaminosa contra YAHWEH.
11 Ahora, cuando los tres amigos de Iyov oyeron de todas las calamidades que lo habían sobrecogido, vinieron. Cada uno vino desde su propio hogar – Elifaz rey de Teiman, Bildad soberano de Shuaj y Tzofar rey de Naamah. Ellos habían acordado reunirse para venir y ofrecerle simpatía y consuelo.
12 Cuando ellos lo vieron desde la distancia, no pudieron reconocerlo. Ellos lloraron a voz alta, rasgaron sus vestiduras y echaron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
13 Entonces se sentaron con él en la tierra. Por siete días y siete noches nadie le habló una palabra a él, porque vieron cuanto él estaba sufriendo.
Bien. Si antes parecía que lo había sufrido todo con las pérdidas, con esa enfermedad terrible completó el cuadro dantesco de sufrimiento.
Hnos., estos capítulos se deben entender más allá de lo que dice literalmente, reflexionando sobre el mensaje esencial y profundo del texto. Es decir que, no necesariamente vamos a sufrir todo lo que Iyov sufrió, pero en esos males está representado cualquier mal que podamos sufrir en nuestra vida, y que nos hace pensar que es nuestro fin del mundo. Muchísimas cosas hay en el mundo que nos hacen desviar de la protección de nuestro Padre Eterno, protección a la que se refería el satán a Elohim cuando le decía que considerara la vida de su justo.
Podríamos enumerar muchas situaciones, como pérdida de familiares; pérdida de trabajos y malestar económico, pobreza y hambre; acusaciones injustas incluso de familiares; pérdida de un amor de pareja (ya sea en matrimonio o noviazgo) que parecía definitivo; violencia de toda clase por falta de amor; y obviamente enfermedades de toda índole, entre otras clases de males posibles.
Son situaciones que, cuando nos alejamos de YaHWéH nuestro Todopoderoso protector, nos pueden hacer caer a lo más profundo de un pozo totalmente oscuro del cual puede ser difícil salir. Esto es lo que comunmente sucede, pero también se puede dar el caso como en Iyov, cuando alguien está en el correcto camino de YaHWéH, y aún así se encuentra recibiendo males de toda clase. Relacionado con esto, recuerden lo que pasó con el pueblo hebreo rescatado de Mitsráyim(Egipto), cuando a medida que Elohim los iba libertando con obras maravillosas e increíbles llenas de bendición, el pueblo continuaba quejándose creyendo que donde estaba, esto es, en cautiverio, podía estar mejor. Y por no no confiar en su Protector y Libertador, sucumbía en el desierto luego de ir tras otras deidades y haciendo ídolos con imagenes y esculturas.
Las cosas malas se pueden dar, tanto cuando nos apartamos de YaHWéH, o también cuando estamos en su camino correcto. Y se lo dice alguien con algo de esa experiencia, aunque debo confesar que no fue nada comparado con muchos otros terribles sufrimientos.
Y cuando caemos en esos pozos, no queda otra que acudir a YaHWéH para que nos salve. Si volvemos nuestros ojos hacia Él, el nos tiende su brazo y nos rescata, sin ninguna duda.
De eso se trata este libro de Iyov en esencia. Porque luego de sufrir todos esos males, y que llegaron sus amigos, comenzó un proceso que describe hasta qué punto un hombre puede denigrarse, odiarse, maldecirse, considerándose menos que nada.
Y en ese estado Iyov comete errores propios de un hombre afligido hasta lo sumo, ya sea justificandose a sí mismo ante el Todopoderoso, ya sea enardeciéndose en su propia sabiduría y emitiendo juicios como juez frente a su Padre Creador celestial reclamando su inocencia. Pero también hace reconocmientos ante Elohim producto del vaivén de una humanidad sufriente.
Sin embargo, a pesar de sus errores, Iyov no maldijo nunca a YaHWéH y tampoco lo olvidó. Aún en sus errores y su aflicción Iyov mantenía su confianza en su Protector.
De eso se habla en la conversación de Iyov con sus amigos que lo enfrentaron pero de manera incorrecta a como exigía Elohim.
Y finalmente YaHWéH le habla a Iyov en el cap.38 convenciéndole de su ignorancia ante su gran Sabiduría, cuando le dice: «"¿Quién es éste, oscureciendo mis planes con sus palabras ignorantes?»
Entonces pasa YaHWéH a demostrarle su infinita Sabiduría con toda la Creación. Y al final Iyov confiesa:
Cap.42
1 Entonces [por fin], Iyov le dio a YAHWEH su respuesta:
2 "Yo sé que Tú puedes hacerlo todo, que ningún propósito tuyo puede ser frustrado.
3 "[Tú preguntaste,] '¿Quién es éste, escondiendo el consejo, sin tener conocimiento?' Sí, yo hablé, sin entendimiento, de maravillas más allá de mí, cuales yo no sabía.
4 "Por favor, escucha, y yo hablaré. [Tú dijiste:] 'Yo haré preguntas, y tú, me das respuestas' –
5 Yo había oído de ti con mis oídos, pero ahora mi ojo te ve;
6 por lo tanto yo [me] detesto y me arrepiento en polvo y cenizas."
7 Después que YAHWEH había hablado estas palabras a Iyov, YAHWEH dijo a Elifaz el Teimani: "Mi ira está encendida contra ti y tus dos amigos, porque, diferente a Iyov, no has hablado rectamente acerca de mí.
8 Así que ahora, tomen siete becerros y siete carneros, vayan a mi siervo Iyov, y ofrezcan por ustedes mismos una ofrenda quemada. Mi siervo Iyov orará por ustedes – porque a él Yo lo aceptaré – para que Yo no los castigue como merece su necedad; porque ustedes no han hablado rectamente acerca de mí, como lo ha hecho mi siervo Iyov."
9 Así que Elifaz el Teimani, Bildad el Shuji y Tzofar el Naamati fueron e hicieron lo que YAHWEH les había ordenado, y YAHWEH aceptó la oración de Iyov.
10 Cuando Iyov oró por sus amigos, YAHWEH restauró sus fortunas; YAHWEH le dio a Iyov el doble de lo que tenía antes.
11 Entonces todos sus hermanos y hermanas vinieron a él, también todos los que lo habían conocido antes, y ellos comieron una cena con él en su casa. Ellos lo consolaron y lo confortaron por todos los males que YAHWEH había infligido sobre él. Cada uno le dio una pieza de plata y un anillo de oro.
12 YAHWEH bendijo la postrera situación de Iyov aun más que la primera – él tenía 14,000 ovejas, 6,000 camellos, 1,000 pares de bueyes y 1,000 asnas.
13 El también tuvo siete hijos y tres hijas.
14 La primera él llamó Yeminah, la segunda, Ketziah, y la tercera, Keren-Kapuj.
15 En ningún lugar de la tierra se podían encontrar mujeres más bellas que las hijas de Iyov; y su padre les dio herencias junto con sus hermanos.
16 Después de esto, Iyov vivió 140 años, suficiente tiempo para ver a sus hijos y nietos, cuatro generaciones.
17 Entonces, viejo y lleno de días, Iyov murió.
Nota Final de Diego Ascunce:
El conocimiento de que YAHWEH es soberano como creador y sustentador del mundo físico y espiritual, debe regir la forma como pensamos. YAHWEH está íntimamente vinculado a nuestras vidas de una forma que no somos capaces de comprender. Toda sabiduría que conduce a la verdad viene de YAHWEH. La única manera en que una persona puede conocer y comprender a YAHWEH es a través del estudio intensivo de Su Palabra, entonces vienen Sus revelaciones. Comprender la verdadera naturaleza de YAHWEH nos conduce a esperar la redención y la vida eterna. El verdadero conocimiento de YAHWEH conduce a la humildad. La humildad no equivale a la falta de autoestima que muchos conocen. Más bien, constituye un rechazo a la autosuficiencia y una expresión de nuestra dependencia de YAHWEH. El sabio vive de acuerdo con las verdades que conoce sobre YAHWEH, el mundo y sí mismo. Se acerca a YAHWEH humilde y sinceramente, negándose a culparlo de cualquier error o adversidad de que sea víctima. Por tanto, el sabio está en condiciones de enfrentar y soportar el sufrimiento, en el conocimiento de que la mano amorosa de YAHWEH prevalecerá al final. También el sabio conoce que aun cuando busquemos vivir rectamente, nuestra rectitud no puede ganarnos el favor de YAHWEH sin rendir nuestras vidas el Mesías Yahoshúa.
Est último que dijo Diego significa que no sólo la Toráh es necesaria, sino también la fe en el Mashíaj Yahoshúa. Y agrego además a sus palabras que estas enseñanzas del libro de Iyov está netamente relacionadas con la parábola del hijo pródigo, porque muestra claramente un alejamiento y un volver a YaHWéH con plena disposición de ánimo para honrarlo y veneralo como Él lo exige, dejando de lado nuestro propio yo para que el Rúaj o Espíritu de nuestro Padre celestial nos colme de bendiciones, salud, Shalom, y finalmente, perseverando en las enseñanzas del Mashíaj y de sus emisarios, obtengamos el premio prometido a Avraham y a todos los que perseveren hasta el fin, como dijo en Mat.10:21-22
21 “El hermano entregará a muerte a su hermano, y el padre a su hijo. Se levantarán los hijos contra sus padres y los harán morir.
22 Y todos los aborrecerán por causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, éste se salvará.
Y para cerrar el tema que leimos cito a Yaaqov/Stgo.5:10-16 de la VIN de Yosef Alvarez.
«10 Hermanos, tomen por ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre de YHWH.
11 Miren, consideramos felices a los que perseveraron. Ustedes han oído de la perseverancia de Iyob y han visto el propósito final de YHWH, que YHWH es muy compasivo y misericordioso.
12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento. Más bien, sea su sí, sí; y su no, no; para que no caigan bajo condenación.
13 ¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas.
14 ¿Está enfermo alguno de ustedes? Que llame a los ancianos de la comunidad y que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Maestro.
15 Y la oración de fe dará salud al enfermo, y YHWH lo levantará. Y si ha cometido pecados, se le perdonarán.
16 Así que confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que se sanen. La ferviente oración del justo, obra eficazmente, y puede mucho.».
Shalom y bendiciones.
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